jueves, 1 de diciembre de 2011

Análisis del Discurso de la Victoria de Francisco Franco (2.0)

Creo que para algunos no ha sido posible ver la primer entrada del blog, así que aquí está de nuevo.

Análisis del Discurso de la Victoria de Francisco Franco


Francisco Franco fue un general español, encargado del golpe de estado que desembocaría en la Guerra Civil Española, una de las guerras más cruentas en la historia de Europa. Tras el golpe de Estado, Franco se convertiría en dictador.
Fue miembro y líder supremo de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), para el golpe de estado, Franco recibiría apoyo económico y militar  de los gobiernos fascistas de Hitler y Mussolini lo cual contribuiría a su victoria política y militar. El Discurso de la Victoria fue el último que pronunció como sublevado militar antes de convertirse en dictador.
El discurso utiliza dos formas discursivas predominantes, en primer lugar, habla hacia un futuro que conseguirá junto con el pueblo español, junto con los golpistas y utiliza la oposición de pasado-presente y de ellos-nosotros, de esa manera, incluye a todo el pueblo sublevado en la creación de la nueva España conservadora: “No nos hagamos ilusiones: el espíritu judaico que permitía la alianza del gran capital con el marxismo, que sabe tanto de pactos con la revolución antiespañola, no se extirpa en un día y aletea en el fondo de muchas conciencias.”
Mucha ha sido la sangre derramada y mucho ha costado a las madres españolas nuestra Santa Cruzada para que permitamos que la Victoria pueda malograrse por los agentes extranjeros infiltrados en las Empresas o por el torpe murmurar de gentes mezquinas y sin horizontes.

Claramente se nota el discurso religioso que Franco debe manejar para ir acorde a los ideales de la Falange Española y el conservadurismo militar, logrando referirse también a través del enaltecimiento de las madres españolas a los sectores más alejados de la política y la milicia.

“Hacemos una España para todos, vengan a nuestro campo los que arrepentidos de corazón quieran colaborar a su grandeza; pero si ayer pecaron, no esperen les demos el espaldarazo mientras no se hayan redimido con sus obras.” De nuevo las aproximaciones religiosas al hablar de arrepentimiento, pero también la búsqueda de unificación al dejar las puertas abiertas, siempre advirtiendo que deben colaborar con el nuevo régimen si quieren formar parte del mismo.

Para esta gran etapa de la reconstrucción de España necesitamos que nadie piense volver a la normalidad anterior; nuestra normalidad no son los casinos ni los pequeños grupos, ni los afanes parciales. Nuestra normalidad es el trabajo abnegado y duro de cada día para hacer una Patria nueva y grande de verdad.
Pero para coronar nuestra gran obra necesitamos que a la Victoria militar acompañe la Política; no basta ordenar la unidad sagrada, hace falta trabajarla, llevar la doctrina y las nuevas consignas a todos los lugares, que vosotros seáis los colaboradores de la nueva empresa, de la que son fuerzas de choque la juventud heroica que en los frentes de batalla y en las cárceles sombrías recogieron de labios de tantos héroes su último
¡ARRIBA ESPAÑA!
Esta es la misión de nuestro Movimiento.

Finalmente Franco concluye con estas palabras muy nacionalistas y que buscan que el pueblo español mire hacia adelante y olvide “la normalidad anterior” en la que perdían el tiempo en casinos o afanes parciales, advierte al pueblo que tendrá que trabajar duro y largo para culminar la “misión” de su “movimiento”. Continúa con el discurso incluyente hacia todos los sectores del país, enalteciendo el papel primordial que jugará la juventud en la nueva empresa que propone. Por otra parte, al referirse a que la victoria militar no es suficiente y que debe ser acompañada de la política, busca claramente advertir a su pueblo que será un régimen que por el principio no será del agrado de todos, está advirtiendo un cambio y su dictadura. España debe abnegarse ante él, que es el representante de la nueva patria.

Como conclusión, podemos destacar que todo el discurso franquista se basó en la exaltación de los valores conservadores y en la promesa de un nuevo futuro basado en la abnegación del pueblo español hacia el trabajo duro, además, es un preámbulo a su dictadura, asumiéndose él como la nueva patria, y el salvador de España

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